Aunque su historia se remonta al Imperio Azteca, la Spirulina se ha empezado a incorporar a la alimentación desde hace, relativamente, pocos años. Este alimento se caracteriza por su riqueza en proteínas, más del 50% de su composición, que aportan 8 aminoácidos esenciales, aquellos que el cuerpo no puede sintetizar. Esta composición ha propiciado que la ONU le preste atención, especialmente en situaciones de desnutrición. Tal es así que la Spirulina fue declarada en la Conferencia Mundial de Alimentación de la ONU de 1974, como EL MEJOR ALIMENTO PARA EL FUTURO.