Podría decirse que la Cúrcuma se ha convertido en una de las hierbas curativas más populares en los últimos años. Es una de las especias ayurvédicas más investigadas, más reconocidas y comúnmente más utilizadas en la actualidad.
Aunque la Cúrcuma puede parecer una hierba relativamente nueva y exótica en el mercado, en realidad existe desde hace miles de años. Sin embargo, solo recientemente, esta hierba ha sido reconocida por todas sus increíbles cualidades.
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¡Considera esta nuestra carta de amor a la Cúrcuma!
LO BÁSICO
La Cúrcuma, un pariente cercano de la raíz de jengibre, es originaria de la India y el sur de Asia, pero ahora se cultiva en muchos climas cálidos y tropicales de todo el mundo. Su color dorado brillante y su sabor picante, algo amargo, se pueden reconocer en muchos platos clásicos indios y asiáticos, como el Curry y el Garam masala.
La Cúrcuma también se puede encontrar a menudo mezclada con especias cálidas y aromáticas como la canela y el jengibre o frutas dulces y ácidas como las bayas de goji y la naranja para equilibrar el sutil sabor amargo.
LOS BENEFICIOS DE LA CÚRCUMA
Si bien la curcumina, el componente principal de la cúrcuma, ha recibido mucha atención en estos días por sus acciones antiinflamatorias (y con razón), es solo una parte de una planta increíble.
La cúrcuma está repleta de antioxidantes y fitonutrientes que no solo pueden ayudar a reducir la inflamación, controlar el dolor crónico y combatir el daño de los radicales libres, sino que también ayudan a mejorar la digestión y equilibrar el azúcar en la sangre.
Debido a su abundancia natural de antioxidantes, es una raíz maravillosa para incorporar para apoyar el sistema inmunológico, especialmente durante la temporada de resfriados y gripe. Si eso no es suficiente, los estudios han demostrado que la Cúrcuma incluso tiene el potencial de apoyar los niveles de colesterol.
Esta poderosa raíz tiene una larga historia de uso en la medicina ayurvédica y china tradicional, específicamente para los trastornos del hígado, la piel, el sistema digestivo y el tracto respiratorio superior. Una de las formas en que la Cúrcuma es beneficiosa para el hígado es que sus cualidades amargas ayudan a estimular la bilis, lo que finalmente ayuda en la digestión de las grasas y apoya la función hepática.
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